En esta parte veremos lo que es el control de masas, cómo hacer frente a un imprevisto o una emergencia. La gran mayoría de Vigilantes hemos participado alguna vez en servicios donde se concentra gran cantidad de público, como son los conciertos, partidos de fútbol, ferias, convenciones, etc. Lo que se trata de buscar con este tema, el mismo que es muy amplio, pero vamos a
reducir solo a la parte operativa que nos atañe; es que el profesional de seguridad privada sepa gestionar la seguridad de masas a través de los dispositivos de seguridad que se plantean desde sus empresas, pero sobre todo aprenderemos a aplicar el “sentido común”.
Como no existe un modelo específico de formación para personal de seguridad privada en este sentido, dado nuestro carácter eminentemente preventivo, no existe por tal motivo un protocolo de actuación para nosotros en este tipo de casos. Todo lo visto en distintos temarios que ofrecen las academias de formación se hace desde la perspectiva policial, sin contar que las FFCCSS están obligadas a mantener el orden público y la seguridad ciudadana, mientras que nosotros solamente podemos acudir en su apoyo y auxilio en estos temas cuando nos lo requieren. Por tal motivo trataré de ceñirme o aproximarme lo más posible a nuestro ámbito de actuación y a todo lo que nos afecta en este campo.
Como “masa” puede entenderse, de una forma cualitativa, un número elevado de personas, distribuido con elevada densidad, que bien tienen intereses comunes o competitivos, de forma que interactúan, no sólo físicamente en el movimiento, sino también psicológicamente, produ ciéndose alteraciones del comportamiento individual y colectivo. Tenemos diferentes ejemplos de masas en el transporte público metropolitano en horas punta, espectáculos deportivos y musicales, locales de ocio, centros comerciales, congregaciones religiosas, etc. Dentro de las características de la “masa” podemos identificar numerosas variables que afectarán, no sólo a su movimiento, sino también a su comportamiento, entre las que cabe citar: la edad; la afinidad (conciertos) o la rivalidad (competiciones deportivas); la presencia de familias; la prisa; la afección por sustancias psicotrópicas; la exaltación de ideas, etc. En 1954 Brown ya estableció los siguientes tipos de multitudes:
– Multitudes activas: aquellas en que se produce una acción violenta y destructiva (manifestaciones sociales).
– Multitudes casuales: aquellas en las que no se percibe un sentimiento de unidad (auditorios, transporte público…).
– Multitudes expresivas: aquellas que tienen una gran atracción emocional (conciertos de rock, carnavales…)
ASPECTOS PSICO-SOCIALES DE LAS MASAS
Una primera cuestión que debemos observar y a tener en cuenta, es que muchas veces los individuos aprovechan las multitudes para realizar alguna fechoría y esconderse entre la multitud. En la interacción que se genera dentro de la masa, las personas que la componen se convierten en autómatas, dejándose llevar por la corriente y diluyendo su responsabilidad entre el resto de componentes, destacando el efecto inhibidor que se genera.
Las masas tienen dos características fundamentales: la interacción ( que es la influencia que una situación externa -la masa- ejerce sobre el comportamiento de las personas congregadas, por medio de intercambios de influencias entre los participantes, hace que se origine una disposición de ánimo para actuar de una determinada manera no prevista ni concebida, al menos por la mayoría). Y la polarización (que es la focalización del problema por la masa).
Causas del comportamiento violento de las masas:
∙ La desindividualización de sus integrantes, la personalidad del individuo se diluye en la masa.
∙ La sugestión o histeria colectiva que contribuye a inhibir la conciencia personal individualizada.
∙ El fenómeno desencadenante multiplicador en los sentimiento emocionales (religiosos, patrióticos, tribales o de grupo)
∙ La sensación de fuerza y poder originada por la suma de integrantes, que incita la agresión. ∙ La delegación en los lideres del fenómeno de autodecisión individual (obedecer ciegamente a consignas o eslóganes).
∙ La carencia de control (tanto individual como social).
∙ La irresponsabilidad de las conductas, puesto que las individualizadas se amparan en el anonimato de grupo.
∙ La influencia del consumo de drogas o alcohol.
Desde el punto de vista policial, las masas se pueden clasificar en:
∙ Pacificas: Cuando no presupone violencia o agresividad manifiesta, transcurriendo el acto dentro de la legalidad vigente.
∙ Hostiles: Cuando la masa se muestra alterada, provocadora e intransigente. Existe una predisposición a la violencia, la que se podría desencadenar sin motivo aparente, de manera directa o indirecta.
∙ Violentas: Este tipo genera en si mismo agresiones contra personas naturales o miembros de las FFCCSS y bienes, sean públicos o privados.
∙ Turbas: Grupos de personas de carácter activo y violento, en la mayoría de casos. Poseen una connotación emocional y a veces irracional en sus aspiraciones o reivindicaciones. ∙ Público: Se entiende como gente ordenada y por lo general pasiva. No se congregan como actores sino pasivamente. Pero no se descarta que puedan interactuar con los anteriores descritos tomando partido por una línea de actuación o permanecer pasivamente en el escenario.
No quiero entrar mucho en el terreno de técnicas de provocación o técnicas de desalojo, puesto como dije al inicio estas son labores policiales, las que no se nos permiten ejercer, salvo en
auxilio o apoyo de estas fuerzas. Pero quiero permitirme un consejo antes de terminar este tema; cuando nos enfrentemos a un grupo violento jamás actuemos solos ni mucho menos tratemos de hacerles frente. Es mejor pedir ayuda a los compañeros y a las FFCCSS para actuar en conse cuencia. Asimismo jamás caigamos en el “juego de las provocaciones”, no responderemos a los insultos, ni a ninguna otra forma de provocación. Si se está solo, busca refugio en un sitio seguro hasta la llegada de refuerzos, JAMÁS arriesgues tu vida ante una masa violenta u hostil.
Antes de continuar vamos a conocer algunos términos para saber aplicarlos de forma correcta. En las situaciones de emergencia la conducta colectiva puede dividirse en dos:
*Situaciones grupales (que son las que presumen de un sistema de organización o planificación, suelen ser grupos o colectivos ya conocidos); y
*la multitud (se utiliza para designar a las personas congregadas en un sitio careciendo de organización, pero que siguen a una persona o grupo).
Situación de aglomeración: Es cuando ante una situación de alarma o emergencia se producen las primeras reacciones emocionales y esto puede derivar en un efecto contagio, con la consecuente aparición de los comportamientos colectivos caóticos. Entre sus características destacan; desconcierto, desorientación, distorsión perceptiva, conductas compulsivas, desaparición de los controles sociales de la conducta, híperemotividad, entre otros.
Pánico: este comportamiento a nivel individual se le podría asignar a los casos en que se incumple las normas mínimas sociales y cada hombre trata de salvar su propia vida sin importarle la de los demás. Y a nivel colectivo se podría definir como “conjunto de personas que reaccionan con sentimientos de alarma, sea el peligro real o supuesto, demostrando una conducta
temerosa, espontánea y no coordinada”. La conducta del pánico provoca la ruptura de las relaciones sociales cooperativas y desemboca en un incremento real del miedo y del peligro. Hablamos de pánico cuando se empuja, se derriba, se pisotea a personas y las salidas quedan obstruidas, cuando los individuos se comportan con más egoísmo y falta de consideración de lo que es común.
DETERMINANTES DEL COMPORTAMIENTO COLECTIVO (SMELSER)
CONDUCTIVIDAD ESTRUCTURAL: La estructura de la sociedad puede alentar o desalentar el comportamiento colectivo. Las sociedades simples o tradicionales son menos propensas al comportamiento colectivo que las sociedades modernas.
TENSIÓN ESTRUCTURAL: El sentimiento de que existe una industria que puede ser real o imaginaria suscita resentimientos y hostilidad. La privación y el temor a la privación se encuentran en la base de gran parte del comportamiento colectivo. Los sentimientos de injusticia impulsan a muchos a la acción extrema. Las clases empobrecidas, las minorías oprimidas, los grupos cuyas ganancias difícilmente obtenidas están amenazadas y aun los grupos privilegiados que temen la pérdida de sus privilegios, son candidatos para el comportamiento colectivo.
CRECIMIENTO Y DIFUSIÓN DE UNA CREENCIA GENERALIZADA: Antes de toda acción colectiva debe haber una creencia entre los actores que identifica la fuente de la amenaza, la ruta del escape o los caminos para la realización.
FACTORES PRECIPITANTES: algún hecho dramático gritos, rumor o llanto preparan el escenario para la acción. Ejemplo: un grito de “brutalidad policial” en un vecindario racialmente tenso puede desatar un disturbio. Una persona que empieza a correr puede provocar un pánico.
MOVILIZACIÓN PARA LA ACCIÓN: El liderazgo surge y comienza o propone una acción y dirige la actividad.
OPERACIÓN Y CONTROL SOCIAL: Cualquiera de los puntos anteriores, el ciclo puede ser interrumpido por el liderazgo, la fuerza policíaca, la propaganda, los cambios de política gubernamental o legislativa y otros controles sociales.
MULTITUDES
Es una reunión temporal de personas que reaccionan juntas a un estimulo, es un medio potencial para despertar emociones y para alentar su expresión. Es más que una colectividad o un agrega do; los miembros de una multitud rara vez se conocen y tienen un interés focal común que persiguen colectivamente. La mayor parte de las formas del comportamiento de la multitud no están estructuradas, no tienen reglas, tradiciones, controles formales, lideres designados, ni pautas establecidas que sigan sus miembros. El comportamiento de la multitud se vuelve algunas veces violento, es calificado como irracional, suele estar dirigido a metas, algunas veces con mucha inteligencia y en esa medida puede ser completamente “racional”.
El comportamiento de la multitud puede parecer espontáneo e impredecible, pero no es solo un asunto de oportunidad o de impulso. El comportamiento de la multitud es una parte de la cultura, este también puede analizarle y entenderse y en alguna medida predecirse y controlarse. Las multitudes comunican un sentimiento de ANONIMATO. Durante las épocas de intranquilidad social. O de tensión racional, las multitudes callejeras frecuentemente han sido trasformadas en multitudes activas o turbas, cuando el evento que atrae la atención excitable y estimula las hostilidades existentes.
2.1. COMPORTAMIENTO INTEGRATIVO DE MULTITUDES
Frecuentemente se alienta el contagio emocional controlado y puede servir a una útil función social. Puede ofrecer la liberación de emociones y tensiones que ordinariamente no encuentran forma de expresarse y quizá estimule sentimientos que robustecen la solidaridad del grupo. Reuniones organizadas de muchas clases proveen marcos que articulan el comportamiento de la multitud dentro de la estructura social.
MULTITUDES EXPRESIVAS: Fiestas, bailes y algunos deportes de espectadores, son reuniones en las cuales ciertas emociones y tensiones pueden encontrar una liberación ordenada. Sin la unidad de la multitud, la gente no se sentiría tan libre para entregarse a un comportamiento emocional o vociferante.
AUDIENCIA: Son similares a las multitudes casuales en su pasividad y en su bajo grado de unidad emocional, pueden ser susceptibles al contagio emocional. En los casos en que hay un auditorio de personas, como en conferencias o conciertos, la presencia de otros estimula las expresiones de entusiasmo.
SERVICIOS RELIGIOSOS: Los servicios que despiertan emociones contagiosas de humildad y piedad pueden apoyar profundos sentimientos religiosos. En algunas sectas el contagio emocional es alentado y resulta un comportamiento no controlado y predominantemente expresivo.
REUNIONES DE MASAS Y ASAMBLEAS DELIBERADAS: Tienen dos funciones: como cuerpos deliberativos escuchan y aprueban informes de los líderes y escogen a nuevos líderes. También están designados para estimular los sentimientos de solidaridad.
TEORIA DEL CONTAGIO (BLUMER)
La define como la diseminación relativamente rápida involuntaria y no racional de un estado de ánimo, impulso, o forma de conducta. La teoría del contagio hace hincapié en los aspectos no racionales del comportamiento colectivo.
Algunos factores que alientan el contagio social incluye:
EL ANONIMATO: Cuando más anónima es la multitud, mayor el potencial para llevar a cabo una acción extrema. El anonimato de la multitud remueve el sentido de individualidad de los miembros. Los miembros de la multitud rara vez confiesan algún sentimiento de culpa después de participar aun en las más ultrajantes atrocidades, y esta transferencia de la responsabilidad moral al grupo es parte de la explicación.
LA IMPERSONALIDAD: El comportamiento de grupo es impersonal; cuando los grupos interactúan con otros grupos, esta interacción toma muy poco encuentra los sentimientos o las relaciones personales entre los miembros de diferentes grupos. La impersonalidad del comportamiento de la multitud se revela en los disturbios raciales donde un miembro de la raza enemiga es tan bueno o tan malo.
SUGESTIBILIDAD: Puesto que las situaciones de la multitud no suelen estar estructuradas, no hay líderes establecidos o pautas de conducta que los miembros tengan que cumplir. Su respon sabilidad individual se ha transferido al grupo, con frecuencia la misma situación es confusa y
caótica. En tal estado de cosas, las personas actúan algunas veces enceguecidas y sin sentido crítico bajo la sugestión especialmente si se hace en forma autoritaria y decidida.
FATIGA NERVIOSA: Hay pruebas considerables de que la fatiga nerviosa a causa de la situación ayuda al contagio social. Las personas que se encuentran bajo tensión nerviosa (fatiga, temor, ansiedad, inseguridad, inconsistencia de status, disgustos) son más propensas a creer en los rumores, llenarse de pánico, unirse en los disturbios, a la histeria colectiva o a movimientos sociales que las personas que están tranquilas y sin problemas.
AMPLIFICACION INTERACCIONAL: Proceso mediante el cual los miembros de una multitud se estimulan y responden mutuamente y por lo tanto, aumentan su intensidad y su capacidad de responder emocionalmente. El contagio se aumenta mediante “el golpeteo” y el “ritmo”. La multitud si no esta sentada, puede empujar y moverse de atrás hacia delante, arrastrando consigo a los individuos.
Ya hemos conocido entonces un poco lo que es el “control de masas” y los diversos conceptos sobre esta temática, ahora veamos como Vigilantes de Seguridad que amparo legal encontramos en nuestra normativa al respecto. En el articulo 71, inciso 2, señala textualmente: “Deberán seguir las instrucciones que en el ejercicios de sus competencias impartan los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, siempre que se refieran a las personas y bienes de cuya protección y vigilancia estuviesen encargados los vigilantes; colaborando con aquellas en casos de suspensión de espectáculos, desalojo o cierre provisional de locales o establecimientos en que presten sus servicios, en cualquier situación en que sea preciso para el mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana”.
Entonces ya vemos que tenemos la obligación de apoyar a la policía cuando se nos ordene desalojar el recinto que estamos protegiendo; sea un concierto, una feria, una macrofiesta, un partido de fútbol o del tipo que sea. (El término desalojo, comprende la acción o acciones pertinentes para hacer salir a alguien del lugar donde se encuentre, sea provisional o definitivamente).